Las piscinas de Gunite son el diseño más popular en gran parte de Estados Unidos. Para construir una de estas piscinas, el equipo de construcción cava un agujero, coloca las tuberías en su lugar y montan una estructura con varillas de acero reforzado (barras de refuezo) de 9,5 milímetros. Las varillas de refuerzo deben estar espaciadas aproximadamente a unos 25 centímetros de distancia y se aseguran conjuntamente con el alambre.

Cuando la estructura de alambres está en su lugar, el equipo echa una espesa capa de gunita, que es una mezcla de cemento y arena, alrededor de las barras de refuerzo. En la unidad pulverizadora se mezcla el gunite seco con agua justo antes de iniciar la pulverización, con esto se obtiene un material de hormigón húmedo. El equipo allana el gunite y lo dejan secar durante una semana más o menos, antes de aplicar un acabado liso a la superficie rugosa. El acabado más popular recibe el nombre de yeso (en realidad es una mezcla de cemento y arena de mármol), pero muchas personas acaban sus piscinas con pintura especial de hormigón. Las piscinas de Gunite también pueden acabarse con azulejos, agregados expuestos o incluso con fibra de vidrio. Las piscinas de Gunite (y sus primas, las piscinas de hormigón proyectado) son muy duraderas y se pueden construir con cualquier forma o tamaño.